Desde 1884 dedicados a la energÃa
La familia Barbero lleva más de 130 años, calentando hogares salmantinos, cinco generaciones que han pasado del carbón a la Biomasa.
Cinco generaciones y más de 130 años de historia desde que Carbones Barbero iniciara su andadura allá por 1884, desde que se abriera la primera carbonerÃa en la calle larga numero 10 del barrio salmantino El Arrabal, donde su fundador “El TÃo José“ comenzó a vender principalmente sacas de cisco para la gran mayorÃa de los hogares salmantinos de aquella época.
Pronto llegarÃa la segunda generación. En 1900 nace su hija Elisa , la recordada como "La abuela Elisa", que con mucha fuerza y pundonor coge el timón del negocio y se convierte en ejemplo para la generaciones siguientes. Gracias a su tesón, fuerza, coraje y a su marido Alfonso, se abre una segunda carbonerÃa en Salamanca donde, aparte de vender otras cosas, lo primordial serÃa el carbón de cisco y carbón mineral en sacas para los duros inviernos salmantinos.
La tercera generación llega con sus hijos: Román y José, que pronto se convierten en el empuje que hacia falta en aquellos difÃciles momentos después de pasar la Guerra Civil Española.
Con la cuarta generación, Alfonso y José Barbero, llega el crecimiento y la expansión de la empresa. Se contrata con más del 50% de los edificios de la ciudad el suministro de combustible anual, para el servicio de las calefacciones y de agua caliente sanitaria. Se compra a las mayores y principales minas españolas, llegando a trasportar en diversas ocasiones el carbón en ferrocarril hasta la estación de Tejares. Se distribuye a los principales centros y carboneros de la provincia consiguiendo que Carbones Barbero empezara a ser un referente a nivel nacional.
Pronto llegarÃa la segunda generación. En 1900 nace su hija Elisa , la recordada como "La abuela Elisa", que con mucha fuerza y pundonor coge el timón del negocio y se convierte en ejemplo para la generaciones siguientes. Gracias a su tesón, fuerza, coraje y a su marido Alfonso, se abre una segunda carbonerÃa en Salamanca donde, aparte de vender otras cosas, lo primordial serÃa el carbón de cisco y carbón mineral en sacas para los duros inviernos salmantinos.
La tercera generación llega con sus hijos: Román y José, que pronto se convierten en el empuje que hacia falta en aquellos difÃciles momentos después de pasar la Guerra Civil Española.
Con la cuarta generación, Alfonso y José Barbero, llega el crecimiento y la expansión de la empresa. Se contrata con más del 50% de los edificios de la ciudad el suministro de combustible anual, para el servicio de las calefacciones y de agua caliente sanitaria. Se compra a las mayores y principales minas españolas, llegando a trasportar en diversas ocasiones el carbón en ferrocarril hasta la estación de Tejares. Se distribuye a los principales centros y carboneros de la provincia consiguiendo que Carbones Barbero empezara a ser un referente a nivel nacional.