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Las estufas de leña, más asequibles, quedaron obsoletas con la introducción de la electricidad y el gas butano, aunque todavía se utilizaron durante muchas generaciones. Aunque la tendencia ha cambiado, cada vez más personas optan por este sistema para calentar sus hogares o utilizarlo en sus cocinas.
Las estufas de leña se han salvado del olvido gracias a un consumo energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, así como a un creciente interés gastronómico, dado el sabor distintivo que aporta la cocción lenta. También debemos buscar formas de reducir nuestra dependencia del gas debido a su alto costo.
Un consumo energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente
A medida que surgieron alternativas más rápidas y limpias, cayeron en desgracia hace unas décadas. Hoy en día, se están revitalizando con nuevas funciones y avances tecnológicos. Tradicionalmente se fabricaban en hierro fundido, pero los modelos más nuevos también están disponibles en acero, que es más ligero y tiene menos inercia térmica, lo que acelera tanto el encendido como el apagado. Hay muchos modelos diferentes, pudiendo elegir entre la placa de chapa estándar, una encimera vitrocerámica con las características propias de este tipo de cocinas o frontales de cristal que dejan ver el fuego.
También han avanzado técnicamente añadiendo un sistema de combustión lenta, que aumenta el rendimiento de la madera y permite alcanzar temperaturas más altas con menos leña. Esto se traduce en un menor consumo y menores emisiones de monóxido de carbono, dióxido de carbono y sólidos en suspensión. Además, las estufas de doble combustión son un sustituto mucho más seguro y eficaz.
El combustible más barato hoy en día es la leña, sobre todo ahora que el coste del pellet se ha duplicado hasta igualarse al del diésel. Es más trabajo, pero también tiene inconvenientes porque ahorras combustible. Es habitual combinar la leña con otras fuentes de energía como gas, electricidad o pellets para compensar el tiempo que tarda este sistema en calentar las estancias.
